Título: Un cuarto propio
Autora: Virginia Wolf
Editorial: Lumen
Nº de páginas: 160
Sinopsis:
Un cuarto propio es un breve ensayo de Virginia Woolf sobre la condición femenina que se ha convertido en un icono de la literatura del siglo XX.
«No hay marca en la pared para medir la precisa estatura de las mujeres. No hay medidas que determinen las condiciones de una buena madre o el cariño de una hija, la fidelidad de una hermana o la capacidad de una ama de llaves», comenta Virginia Woolf en este ensayo, pero lo que también nos dice es que para escribir una novela una mujer tiene que tener un cuarto propio y comida caliente; en resumen, tener una vida propia e independiente.
Lejos de ser un alegato furibundo contra los hombres, Un cuarto propio es un elegante ensayo que ya en 1929 ponía sobre la mesa unos temas que aun hoy son objeto de debate, como la dependencia económica de la mujer con respecto al hombre, el cuidado de una familia y la figura de la mujer como musa inspiradora del artista pero con poca presencia en la práctica de la creatividad.
Este ensayo, publicado ya repetidas veces en España, se presenta ahora de forma nueva, en traducción de Jorge Luis Borges, con prólogo de Kirmen Uribe y espléndidas ilustraciones de la joven dibujante norteamericana Becca Stadtlander.
«La vida para todos nosotros, hombres y mujeres, es difícil, ardua: una lucha que no se acaba nunca y nos reclama mucho valor y fuerza. Bien mirado, lo que quizá nos reclame más que nada, siendo como somos criaturas hechas de vaguedades, es confianza en nosotros mismos.»
Autora:
Virginia Woolf nació en Londres el 25 de enero de 1882 y murió el 28 de marzo de 1941, ahogada en el río Ouse. Al morir su padre, el conocido hombre de letras Sir Leslie Stephen, Virginia y su hermana Vanessa abandonaron el elegante barrio de Kensington y se trasladaron al bohemio Bloomsbury, que dio nombre al brillante grupo literario formado alrededor de las hermanas Stephen. En este grupo participaron, entre otros, T. S. Eliot, Bertrand Russell, Vita Sackville-West y el escritor Leonard Woolf, con quien se casó Virginia y junto al que dirigió la prestigiosa editorial Hogarth Press.
Desde sus primeras obras Virginia Woolf resaltó su intención de llevar las novelas a algo más que a una mera narración. En sus siguientes trabajos, La señora Dalloway (1925) y Al faro (1927), la autora expresaba los sentimientos interiores de los personajes con técnicas propias, consiguiendo grandes efectos psicológicos por medio de imágenes, metáforas y símbolos. Su técnica se consolidó con Orlando (1931) y Las olas (1931), que le dieron un puesto indiscutible dentro de la mejor literatura universal. Además, Woolf escribió biografías y ensayos tan famosos como Un cuarto propio (1929), un ensayo que aún hoy es inspiración para las nuevas generaciones de mujeres, o Flush, la biografía del perro de la poeta inglesa Elizabeth Barrett.